El último miembro de una familia de militares o -héroes de la patria regresa al pueblo en el que vivió hasta mediados de los 80. Cada martes asiste al Club de Jazz, donde establece una comprensible filiación con otros dos solitarios: la cantante Elda Cook y Juan Silverio, un burócrata melancólico que trabaja como locutor de radio. De fondo está siempre el río y el pasado, esa jaula pesada que lo aprisiona y encarcela y condena.