«Soy el hombre que pregunta. Me pagan por averiguar cosas», dice Heredia cuando es contratado para investigar las extrañas circunstancias que rodean la muerte de un crítico literario. La versión policial dice que su muerte se debió a un accidente, pero su vecina y antigua amante, Berta Zamudio, piensa otra cosa y por eso recurre a los servicios del detective. En el desarrollo de su pesquisa, Heredia entrevista a un grupo de escritores con quienes el crítico literario se reunió horas antes de morir. Estas encuestas llevan a Heredia a descubrir las ambiciones de sus entrevistados y la existencia de un joven escritor que escribe a la sombra de un afamado hombre de letras. La novela de Díaz Eterovic entrega una atractiva galería de personajes del ambiente literario y la descripción de diversos lugares de la bohemia santiaguina, con un estilo que se caracteriza por su ironía y humor. «Ramón Díaz Eterovic se consolida [...] como la figura epónima del relato neopoliciaco en Chile. No sólo por las altas cotas estéticas que ha alcanzado en el género, sino porque su dilatada y amplia producción representa, sin lugar a dudas, el intento más ambicioso por generar una prosa capaz de tomar el pulso a la desconocida perversidad que existe en el país. El hombre que pregunta se alza como un paso importante para forjar una tradición policial que represente la identidad pública y privada del Chile contemporáneo» (Alexis Candia. Universidad Complutense de Madrid).