Una buena estrella pareciera proteger a Manuel y Laura. Forman un matrimonio apacible, adoran a su hija y él acaba de ser ascendido a la plana mayor de uno de los bancos más importantes del país. Sin embargo, la irrupción de Diego Lira en sus vidas revela que el equilibrio de su mundo es solo aparente. Ambos ven en su nuevo amigo una vía de escape al hastío, una forma para combatir la soledad en que se encuentran. Su matrimonio se puebla de riesgos. Laura es capaz de cualquier artimaña con tal de ser el centro de atención. Manuel se siente cada vez más atraído por Diego y la libertad que experimenta en su compañía. Seductor y seguro de sí mismo, el recién llegado quiebra las frágiles máscaras con que Manuel y Laura han encubierto sus identidades, llevándolos a extremos que jamás creyeron posibles.