LOS GROPE

Los Grope son una familia muy antigua de Inglaterra. No exhiben títulos nobiliarios ni riquezas, y siguen viviendo en Grope Hall, la casa que construyeron sus antecesores muchos siglos antes, pero su historia es bastante menos convencional de lo que podría parecer a simple vista. La fundadora de la dinastía fue Úrsula Grope, la fea criada de un convento, que un día encontró escondido en la despensa a un joven vikingo -eran los tiempos de las incursiones de los nórdicos- que se mareaba en el mar y había desertado. Úrsula se llevó veloz como un rayo al danés a casa, y podría decirse que de aquellos polvos siguieron estos desternillantes lodos. La dinastía Grope ha sido desde entonces un matriarcado feroz.La única función de los hombres es procrear, y a ser posible, mujeres. Cuando nacen hijos varones, los dedican al sacerdocio o los envían al mar. Y el poder familiar se transmite siempre de fémina a fémina. Claro que, como las Grope siguen siendo feas, les cuesta mucho encontrar marido.Y como además son hembras feroces, los hombres las huyen.Pero ellas no le hacen ascos a casi nada, y se las han arreglado, en el curso de la historia, para secuestrar o dominar a los machos que necesitan y mantener la dinastía.Y hasta se han hecho ricas con el descubrimiento y la explotación de minas de carbón en sus propiedades. Hasta que un día, a comienzos del siglo XXI, llega a Grope Hall el joven, tímido e indefenso Esmond Wiley, descendiente de otra florida rama de la Inglaterra más profunda, cursi y provinciana. Ha sido secuestrado por su tía Belinda, una intrépida Grope infiltrada entre los incautos pequeñoburgueses.Y con esta apocalíptica, incorrectísima y desopilante saga familiar vuelve Tom Sharpe, el gran maestro de la irreverencia.