Un recorrido histórico por la experiencia revolucionaria de un siglo atrás. Esta es la historia de hombres y mujeres que lucharon incansablemente para mejorar sus vidas a través de la militancia en el Partido Socialista Obrero, fundado en 1912 en Iquique. En su empeño por conseguir una sociedad más justa y equitativa, crearon periódicos, grupos musicales, teatrales y corales. También estudiaron, leyeron y escribieron proclamas políticas, folletos ideológicos, diatribas y literatura, y organizaron jornadas de entretenimiento para entregar diversión bajo los parámetros de la cultura ilustrada a las familias obreras. Todas estas actividades se inspiraban en la lucha anticapitalista y en la comprensión de que el socialismo era la mejor opción para contrarrestar los efectos de la religión y del alcohol entre la clase obrera. El crecimiento cultural fue comprendido por los obreros y las obreras socialistas como un fenómeno crucial para el éxito de la lucha política y sindical. Entendían que, en conjunto, el desarrollo de la vida cultural aportaría al progreso de la clase trabajadora al abrirles las puertas del mundo del arte y del conocimiento. Bajo estas claves se forjó una cultura que dejó su impronta en el mundo obrero y en la izquierda de las décadas posteriores. Por la emancipación obrera es un nutrido y documentado análisis de esos años, en los que la cultura socialista-comunista consiguió posicionarse como una alternativa práctica en la disputa por la transformación material e intelectual de la clase obrera.