Cinco años tuvo que esperar Molière para que su Tartufo pudiera representarse libremente, pues esta sátira atacaba ciertos grupos de poder de aquella época. La obra, posee como ejes temáticos la hipocresía, la conveniencia, la mentira y la infamia. La pieza relata las peripecias de un burgués que por crédulo, hospeda en su casa a Tartufo, un impostor que simula ser un devoto religioso y en poco tiempo logra, con sus artimañas, sumir a toda la familia en confusión y preocupación.